Escudo de Caldas de Reis
Reseña histórica de Caldas de Reis
Los primeros pobladores de los que se tiene constancia son los CILENOS[1]. Con referencia a este pueblo, citaremos el TESOURO DE CALDAS DE REIS [2] , encontrado en el "deposito de As silgaras" en el año 1940, que data de la edad de bronce.
[1] Los galaicos fueron un conjunto de pueblos celtas y preceltas afincados en Gallaecia, dentro de estos se encontraban los CILENOS, que fueron un pueblo castreño prerromano que ocupaba el territorio que media entre los ríos Ulla y Lérez.
Hidacio y Plinio consideraron que el núcleo o capital de este territorio era “Aquae Celenae” ("pueblo de las Aguas Cilenas"), lugar que hoy corresponde a la actual villa de Caldas de Reis.
Este pueblo adoraba entre otros, a Dios Edovio.
[2] EL TESORO DE CALDAS DE REIS, El día 20 de diciembre de 1940 se encontró un tesoro (técnicamente nombrado "Depósito de As Silgadas") en el lugar de As Silgadas cuando unos operarios se dedicaban a la labor de emparrado y se disponían a hacer un agujero en el terreno.
Fue D. Amalio Touceda quien persoalmente lo encontró. Se calcula que en origen tenía un peso de 27 kgs., hoy 14,9 Kgs., y está expuesto en el Museo de Pontevedra. Es el tesoro de mayor peso encontrado en la península Ibérica, así como uno de los más importantes de Europa. Según los estudios arqueológicos realizados, este tesoro data del periodo 1500-1600 a.C.
Para saber más:
"O tesouro desencantado", (Xoan M. Domato y Beatriz Comendador , Concello de caldas de Reis 1998).
Los romanos sometieron a estos pueblos y denominaron a estas tierras como Aquis Celenis o Aquae Celenae. La importancia de este enclave se refleja en que le dieron la categoría administrativa de “municipium”, que le otorgaba los derechos de la cidadanía romana, siendo además la sede de una de las legiones romanas que guarnecían Galicia. También construyeron en Caldas la “mansio de Aqvis Celenis” de la Vía Romana XIX (entre Bracara Augusta, la actual Braga, y Asturica Augusta, Astorga), una mansión de cómputo y parada de la Vía.
Tres de los puentes de Caldas son parte del legado romano y aparecen en el escudo de la vila.
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El puente grande de entrada a Caldas, sobre el río Umia, con cinco arcos de medio punto y duelas uniformes perdió ya su traza primitiva
- El puente sobre el río Bermaña de tres arcos de medio punto, pretil de piedra y entrantes para los viandantes, todavía conserva restos del pavimento antiguo.
- También es romano otro puente de un solo arco. Está en Segade, aproximadamente a dos kilómetros de Caldas y se puede acceder a ella andando sobre las piedras de la antigua calzada romana.
En la alta edad media, durante el dominio de los Suevos Caldas sería Sede Episcopal, hasta el año 569.
Las invasiones y los conflictos bélicos que agitaron Galicia en los primeiros siglos de la Edad Media le hicieron perder a Caldas su categoría de sede episcopal. Quedó eclipsada por la importancia religiosa de Iria Flavia, perdiendo incluso el nombre de Aquis Celenis que le habían puesto los romanos
En el siglo XII, la Reina Dna. Urraca de Castela, poseía una torre defensiva [3] en la villa donde pasaban largas temporadas, junto con su hijo Alfonso, fruto de su matrimonio con Raimundo de Borgoña (Conde de Galiza), que reinaría como Alfonso VII. Así pasó a denominarse Caldas de Rex, siendo villa de realengo y abadengo.
En la idad media, se construyen un elevado número de iglesias románicas [4] vinculadas al Camino Jacobeo Portugués en el que Caldas es lugar de paso obligado para los peregrinos procedentes del Sur. Cuenta la historia que por este camino pasó Thomas Becket o Santo Tomás de Canterbury, a quien se le dedica la iglesia que lleva su nombre.
A finales del siglo XVI ( en Galicia la edad media se alargó un poco más), Caldas deja de estar sometida a jurisdicción del arzobispado de Santiago , e se nombra Villa de Realengo por el rey Felipe II , al que los vecinos de Caldas compran el derecho de administrarse como municipio libre.
Comienzan a asentarse en la comarca numerosas familias hidalgas. Los Pazos de Casal Novo, El Curuxal y La Peroxa, hablan de estas familias nobles que buscaron al amparo de Caldas, un lugar para establecerse y vivir a cuerpo de rey.
[3] LA TORRE DE DOÑA URRACA
Torre defensiva del siglo XII, perteneciente a la Reina Doña Urraca.
Fue derrumbada a finales del siglo XIX, para construir la iglesia de Sto. Tomé.
[4] LAS IGLESIAS ROMÁNICAS DE CALDAS DE REIS
En Caldas abundan los templos románicos, construidos y ajustados a las normas artísticas de las escuelas compostelanas, en las que son notorias las influenzas culturales procedentes de las peregrinaciones.
Destacan Santa María de Caldas, San Andrés de César, Santa María de Bemil y Santo Estevo de Saiar.
(Imagen: Sta. María de Bemil)
Durante la Edad Moderna Caldas mantuvo una importante vinculación con las ciudades de Pontevedra y de Santiago; sus parroquias dependían de un buen número de jurisdicciones y cotos como los de Caldas, el de Peñaflor, el de las Silgadas o el de Arcos, si bien destacaban los derechos del arzobispado compostelano.
En el año 1581 los vecinos de Caldas adquirieron los derechos de la Villa que el Rei Felipe II pusiera a la venta y permitió que Caldas se convertiese en villa de reguengo, en la que el arzobispo, no obstante, mantenía los privilegios y franquicias propios de la jurisdicción que se le reconocía alrededor de la antigua torre donde asentaba la autoridad de juez de Caldas.
La vida de la Villa no permaneció quieta a lo largo de este período y así asistió a diversos cambios que le dieron identidad dentro de la bisbarra dedde mediados del siglo. XV, gracias a los franqueos de mercado y feria concedidos por el arzobispo de Santiago; la actual calle Real de Caldas, que era llamada ‘Rúa Vella’ o ‘Camiño Real’, organizaba el principal asentamiento de la población, desde las casonas blasonadas y soportaladas de distintas familias hidalgas que detentaron un importante poder de rentas a merced del cobro de ‘foros’, como la casa de Barba Figueroa, hasta las fondas, los talleres y las viviendas de las clases populares ocupadas en distintos labores artesanales y campesinos, como los panaderos de la calle de los Hornos, que abastecían la ciudad de Compostela con buena parte de sus piezas y bolas.
Así fue como la importante presencia de herreros y zapateros convirtió el antiguo barrio del Vilar en la calle de La Ferrería, que desenvolvieron una muy destacada actividad en el siglo XVII.
En el lugar de la Tafona se asentaban los talleres de las curtidurías de cuero desde el siglo XVII
Durante los siglos XVII y XVIII, los comerciantes de Caldas de Reis, organizaban el tráfico de tejidos de lino de toda la comarca, al tiempo que tejedores, curtidores y palilleras, constituían el núcleo de la industria local.
La parroquia de Arcos de la Condesa, era un salientable centro téxtil, en el que además, ya de aquella estaba instalado un grupo de artesanos fabricantes de Campanas., que aún hoy mantienen la tradición en el lugar de Badoucos.
Ya en esta época, las aguas de la burga tuvieron un papel muy relevante en la actividad cotidiana de la vida local; además de ser una base de abastecimiento primordial de agua en la Villa, como muchos coengos y otros miembros del clero compostelano acostumbraban hacer, muchos enfermos legaban a Caldas desde otras poblaciones y eran acogidos no solo en el antiguo Hospital de la Villa, que aún en el siglo. XVII daba amparo a los peregrinos que caminaban cara a Compostela, si no concretamente en la posadas que estaban situadas en las calles del entorno de la antiga ‘fonte quente’, a la que acudían para tomar baños y remedios con los que curar diversas enfermedades, y siendo precursores del termalismo incipiente de las casas de baños y balnearios que en el siglo XVIII fueron fundados en Caldas.
La fuerza de las aguas del Rio Umia, en el lugar de Segade, tuvieron un especial protagonismo industrial en el siglo XIX, ya que allí estuvo situada una de las primeiras fábricas de papel continuo de España, y una central eléctrica, (origen de la más importante eléctrica gallega).
Uno de los mas destacados impulsores de la electricidad (entre otras muchas actividades) en Galicia, fue D. Laureano Salgado (Caldas 1847-1939).
Caldas de Reis -1880 |
Caldas de Reis - Principios Siglo XX |
Caldas de Reis - Mediados siglo XX | Vista de la Calle Real (inundada) |
Caldas de Reis - 1962 | Avda. Román López |